Este componente se centra en analizar, interpretar y tomar decisiones fundamentadas a partir de los datos recopilados, con el propósito de diseñar y desarrollar un plan de mejora institucional. La información analizada corresponde a los resultados generales obtenidos frente a un estándar de calidad nacional, y proviene del desarrollo de diversas actividades realizadas previamente en el marco del proceso de autoevaluación.

Representando la fase de verificación, este componente permite consolidar la evidencia necesaria para interpretar el grado de cumplimiento de los criterios establecidos. A través de un análisis sistemático, se facilita la identificación ágil y precisa de puntos críticos o áreas de mejora, lo cual orienta la formulación de planes de mejora estratégicos, viables y basados en evidencia. Esto fortalece la capacidad institucional para tomar decisiones informadas que contribuyan al mejoramiento continuo de la calidad académica, administrativa y formativa.