HERRAMIENTA 15. SEGUIMINETO AL PLAN DE MEJORAMIENTO Y AUTORREGULACIÓN

HERRAMIENTA 15. SEGUIMINETO AL PLAN DE MEJORAMIENTO Y AUTORREGULACIÓN

El seguimiento al plan de mejoramiento facilita en su constante revisión y análisis a las acciones y actividades, hacer visibles los logros, resultados e impactos, autorregularse y adaptarse a los cambios internos como evolución sistémica, y a los externos a los que está sujeta

1.1QUÉ ES?

Es el proceso sistemático mediante el cual se verifica el cumplimiento, avance y efectividad de las acciones propuestas en el plan de mejoramiento institucional. Este seguimiento permite monitorear en tiempo real los logros y dificultades, facilitando la toma de decisiones oportunas y el ajuste de estrategias. A su vez, la autorregulación es la capacidad de la institución para autoevaluar su desempeño durante la ejecución del plan, tomando acciones correctivas sin necesidad de intervención externa.

1.2¿POR QUÉ UTILIZARLA?

Porque asegura que el plan de mejoramiento no quede solo como un documento, sino que se ejecute y actualice según las condiciones reales. Permite detectar desviaciones, verificar avances, rendir cuentas y fomentar una cultura de mejoramiento continuo. Además, la autorregulación empodera a la institución, fomenta la autonomía y fortalece el compromiso con la calidad y la transformación institucional sostenible.

1.3¿CÓMO IMPLEMENTARLA?

  • Establecer un sistema de seguimiento con periodicidad, responsables e instrumentos de verificación.
  • Recoger información sobre el avance de las acciones: cronogramas, productos, indicadores.
  • Analizar la información para determinar el nivel de cumplimiento de metas.
  • Realizar sesiones periódicas de revisión con los equipos responsables.
  • Ajustar el plan cuando se detecten desviaciones o nuevas necesidades.
  • Documentar el seguimiento y socializar los resultados.
  • Fomentar prácticas de autorregulación en cada área mediante autoevaluaciones parciales.

1.4¿CÓMO SER MÁS EFICAZ?

FACTORES DE ÉXITO

FACTORES DE RIESGO

Indicadores claros y medibles desde el inicio.
Revisión periódica y sistemática.
Responsables definidos y comprometidos.
Ajustes flexibles y bien documentados.
Participación activa de los equipos.
Integración con procesos de autoevaluación continua.

Falta de seguimiento real o desactualización del plan.

Indicadores poco útiles o inexistentes.

Ausencia de retroalimentación.

Escasa apropiación del proceso por parte de los responsables.

Falta de acciones correctivas.

Seguimiento formalista sin impacto.

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